REVOLUCIÓN
INTEGRAL
por Felix Rodrigo Mora
1. Hay que depurar y actualizar el
pensamiento transformador.
2. El desarrollo del factor
consciente es la tarea número uno
de nuestro tiempo.
3. Repudio de las utopías sociales.
4. La realidad solo puede ser
aprehendida de manera ateórica.
Toda argumentación ha de ir
precedida de una investigación y reflexión cuidadosas, de larga duración.
5. La verdad, por tanto, el esfuerzo
y la lucha por la verdad
posible (concreta y finita), es
determinante, junto con la
libertad.
6. Se debe creer en el sujeto, más
que en las estructuras e
instituciones pues, en última
instancia, todo depende de la
calidad de la persona.
7. El sujeto se construye, es decir,
se auto-construye. Su
edificación desde sí es
imprescindible.
8. No se puede delegar en el Estado
lo que es tarea del sujeto.
9. El olvido de sí, la disposición
para el esfuerzo y servicio
desinteresados, es el punto de
partida de toda acción tendente
a revolucionar la actual sociedad.
Sin transgredir cada día el principio
del interés particular no hay ser
humano integral y no hay revolución
integral.
10. Se ha de repudiar la infausta fe
economicista.
Lo concluyente son los elementos
inmateriales, la libertad,
la verdad, la convivencia, el bien
moral, el esfuerzo desinteresado y
la voluntad de trascendencia. El
modelo homo oeconomicus
pretendido por el economicismo ha
llevado de derrota en derrota a
los movimientos supuestamente
emancipadores del pasado
inmediato, y ha creado seres que son,
más que humanos, monstruos.
11. El esfuerzo y servicio
desinteresados nos construyen como
seres humanos.
Lo sustantivo, según expuso Simone
Weil, no son los derechos sino los
deberes, el ser servido sino el
servir, lo que se recibe sino lo que se
da. Tal es el estado de animo óptimo
para hacer frente a la gran
crisis múltiple en desarrollo, que
sacude a la humanidad, la cual se
irá agravando más y más en los
próximos decenios, y a la que se
debe dar una salida revolucionaria.
12. La concepción de la historia
humana.
Las dos condiciones más importantes
son la comprensión exacta de la realidad (lo que resulta del esfuerzo perpetuo
por la verdad) y la elevación conforme
a un plan de calidad y valía del
sujeto.
13. La meta es la transformación
integral del orden
constituido.
Esto es, una Revolución
Integral,
14. El estudio y conocimiento
objetivo de la historia ha de ser
patrimonio de todas y todos, pues la
historia es, como dijo
Cicerón, maestra de la vida.
15. Es decisiva la recuperación
crítica y actualizada de lo
positivo del pensamiento clásico de
la cultura de Occidente.
16. La meta es una sociedad frugal
para todos.
Por tanto es el entusiasmo por la
autosuficiencia y la posesión mínima, y no la riqueza, como preconizan los
gastados credos obreristas, el fundamento de la vida buena y de la sociedad más
deseable, como un bien y una virtud, a la
vez.
17. El culto por el Estado es hoy «el
todo» del falso
radicalismo y del izquierdismo
residual.
18. El actual régimen constitucional,
partitocrático y
parlamentarista es una dictadura, la
peor y más opresiva
dictadura política de la historia.
19. La participación de las mujeres.
Hombres y mujeres deben estar unidos,
amarse y respetarse en pie de igualdad, compartiendo las tareas de la
transformación integral del orden
constituido, sin sexismo de uno u
otro tipo.
20. La Revolución Integral es
necesaria.
Pero no para desarrollar la economía
y la tecnología, fomentar el
consumo y realizar la felicidad
general, sino para establecer una
sociedad libre, en la que lo humano
pueda desenvolverse, triunfe el
afecto de unos a otros, la propaganda
ceda ante la verdad, la
naturaleza sea restaurada y se viva
de manera civilizada. En ella el
Estado ha de ser sustituido por un
orden de autogobierno por
asambleas, y el capitalismo por un
sistema plural de colectivismo, sin
salariado ni explotación, pero ello
no será el fin sino el principio de
nuevos esfuerzos y nuevas luchas por
llevar la condición humana a
metas aún más magníficas.
21. Los problemas políticos no pueden
hacer olvidar los
existenciales.
Los problemas políticos, tan
importantes, no pueden hacer olvidar los
de naturaleza existencial, que no
admiten remedio práctico pero
están siempre ahí. Son la finitud, la
soledad ontológica, el paso del
tiempo, la muerte y la nada eterna.
Su olvido nos empequeñece y
disminuye, por lo que necesitamos
meditar sobre ellos con
regularidad, para asumir hasta el fin
nuestra condición
22. El trabajado asalariado,
elemento de degradación global
de la persona.
Es algo vital. Una humanidad libre,
autogobernada, moral,
autogestionada y asentada en el amor
de unos a otros (ayuda mutua)
necesita de una sociedad sin trabajo
asalariado, sin burguesía, sin
patronal, sin capital.El salariado
destruye la esencia concreta humana porque hace imposible la construcción
pre-política del sujeto. El verdadero anticapitalismo, sin comillas, es el que
lucha contra el
trabajo asalariado.
23. El capitalismo depende en todo
del Estado, no hay un
anticapitalismo creíble pro-Estado.
24. Por una sociedad rural popular.
Contra la ciudad y la forma
de vida urbana.
El modo de vida óptimo de
existencia humana lo proporciona la
pequeña población rural, donde
además se puede desarrollar de
forma óptima la soberanía popular
por asambleas, facilita la
convivencia íntima entre todos y
poner en común los bienes de
producción.
25. Sobre la libre determinación de
los pueblos oprimidos.
La libre determinación de los
pueblos oprimidos será parte del proceso de la revolución integral, o no lo
será. Esta justa reivindicación forma parte del programa estratégico de la
revolución integral y ha de plantearse de forma
conjunta e integrada en el conjunto
de transformaciones revolucionarias a efectuar.
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