SOBRE LA VERDAD



En la definición se presentan unos hechos objetivos. Para ello debemos reflexionar si existen hechos
plenamente objetivos, o si estos son simplemente subjetivos y se hacen pasar por objetivos. ¿Hay
certeza absoluta de que lo que sabemos sea completamente verdadero? No hace falta caer en el
solipsismo para reconocer que la matemática más avanzada que utiliza el hombre es tan frágil como
la dialéctica que emplea para expresarla. La matemática es útil como lenguaje de cuantificación pero
no es el lenguaje adecuado para determinar lo que es verdadero y lo que no. Todo experimento se
topa con un margen de error, todo estudio tiene unas excepciones, y las muestras estadísticas una
desviación. La mecánica cuántica se basa en la probabilidad, donde la subjetividad puede llegar a ser
determinante. El único hecho objetivo que podemos conocer es que no podemos estar plenamente
seguros de la objetividad de un hecho, ya que en el preciso instante de que este es captado por una
mente este se convierte en subjetivo. La subjetividad influye en el cosmos haciendo que sea una
variable fundamental en la concepción del todo, por lo tanto al ser la subjetividad parte del hecho
objetivo este deviene subjetivo.

¿Y como se pudiera concebir la verdad objetiva? Contrastando las diferentes versiones subjetivas de
los hechos. Estas contrastaciones constituyen la ciencia actual, es decir mediante aproximaciones
imperfectas a la verdad ya sean experimentos o estudios, estas en contraste nos dan una imagen
limitada de algo que se podría acercar a lo que llamar verdad absoluta. Podemos decir pues que la
verdad absoluta es inalcanzable para la mente humana. Depende de la suma de las subjetividades.
Cuantas más subjetividades participen y sean contrastadas más nítida, más cercana a la verdad
absoluta será esa percepción. ¿Y cuantas subjetividades pueden participar? Ahí tenemos el primer
límite, hoy en día hay al rededor 7.000 millones de subjetividades, pero las subjetividades que ya no
viven también participaron y por lo tanto participan de esta verdad absoluta, incluso quien sabe
cuantas conciencias de otras partes del universo participen de este juego de medias verdades, no
podemos saber si quiera con cuantas conciencias podemos contar que existan en el universo, la
imposibilidad para aunar todas las experiencias de acercamiento a la verdad hace que no sea factible
poder llegar a conocer la verdad absoluta.

Podemos no obstante conocer las verdades relativas. Siempre teniendo en cuenta que estas son
siempre una suma de las subjetividades que estén involucradas en ella. Por ejemplo: ¿cual es la
verdad relativa a lo que ha pasado durante un partido de baloncesto? Para saberlo deberíamos
entrevistar a todos los jugadores, entrenadores, árbitros, masajistas, personal de campo, incluso a la
gente que fue a presenciar el partido. Si obtenemos una versión de todas las subjetividades que
participaron en el partido podemos llegar a conocer plenamente una verdad relativa, pero esta verdad
finita no puede ser en ningún caso extrapolable al todo. Imagínense una guerra o un acontecimiento
político como unas elecciones, puede alguna institución reunir todas las experiencias de todas las
subjetividades para establecer una verdad ni que sea relativa, definitivamente no. Nos es imposible,
en la mayoría de casos, incluso llegar a una escueta verdad relativa.

Esta incapacidad para concebir ni siquiera las verdades relativas hace que tengamos que depender
de únicamente versiones parcialmente verdaderas. Por lo tanto todas las versiones de la verdad
tienen una parte de certeza y otra de incerteza. En la riqueza y acceso a diferentes versiones de un
mismo hecho el sujeto puede contrastar y llegar a su subjetiva percepción de la verdad. El intento de
censura de unas versiones de los hechos privaría al sujeto de esta necesaria 6 variedad de versiones
convirtiéndose en una manipulación unidireccional dirigida por aquellos que tuvieran los medios de
poder controlar cuales son las medias verdades que son aptas para la difusión y cuales no.

El caso es que si todo es manipulación, todo son mentiras, la suma de las mentiras ofrecen
aproximaciones a la verdad ligeramente más certeras. Por lo tanto la censura y filtro de estas
versiones es un atentado contra la propia verdad. Es una privación de información del sujeto y su
libertad para crear una opinión propia. Al manipular y ofrecer versiones sesgadas como hechos
objetivos se intenta enmascarar versiones parciales por la verdad absoluta. Esto es
consecuentemente un atentado contra el mismo concepto de verdad y una voluntad de sumir en la
ignorancia a aquellos que no tienen las herramientas para acceder a todo tipo de versiones.

En la era de la mercadotecnia, de la industria del engaño, de la publicidad sugestiva, subliminal, del
emplazamiento comercial, de la mentira a sueldo en todo tipo de formato, en la generalización y uso
lucrativo de la mentira para manipular los más bajos impulsos del ser humano, nos alarmamos porque
un blog se hace eco de unas informaciones no contrastadas, de unas declaraciones difamatorias sin
consistencia, o de una publicación en una red social de un individuo particular. Es la hipocresía
máxima, la mentira solo puede ser ejercida en una dirección y con unos determinados fines. Si la
verdad fuera el interés de aquellos que se rasgan las vestiduras hoy mucho más deberían haber
protestado cada vez que se les intenta vender algún artículo jugando con sus sentimientos, o cuando
les intentan persuadir para votar a tal o cual partido. Esas mentiras, unidireccionales que afectan al
control de la población son las realmente perjudiciales para el individuo, el cual se ve privado de
libertad al no poder discernir, y no aquellas que siendo igual o más falsas que las oficiales pueden, en
un último instante hacer reflexionar al individuo sobre lo que es verdad y tenga una percepción autocreada de lo real, no dada por unos estamentos sino auto-formada. Las versiones multilaterales son por tanto un portal a la reflexión autónoma, una manera de liberar al individuo del yugo de las
versiones unilaterales de los hechos, una puerta a la liberación espiritual del individuo desde un
escepticismo credibilista, que en vez de no creer nada escépticamente pase a creérselo todo
escépticamente. Y como todo puede ser igual de real el individuo se ejercita en la compresión de lo
real, desarrolla herramientas de diferenciación crítica, pudiendo expandir las capacidades de obtener
una versión personal más cercana a lo que él en su conciencia considera real o falso. Al mismo
tiempo al generarse un escepticismo en las versiones ajenas al sujeto, al aceptar todo como
imperfectamente verdadero el individuo deja de depender de la necesidad de recibir informaciones y
comienza a interpretar la realidad en base a sus experiencias personales, a su percepción particular
de los acontecimientos. Cosa que mejora al individuo y consecuentemente a la sociedad, la cual es
más que nada una formación compleja de personas.

Sobre la pre-verdad

Según Benegas en el artículo de Voz Populi, la historia del término post-ve 7 rdad se remonta a 1992
en un artículo del novelista Steve Tesich en la revista The Nation. El libro de Ralph Keyes8 “The Post Truth Era” el cual destripa la naturaleza de la mentira en nuestra vida cotidiana, rescató el concepto de post-verdad. No obstante lo que ha dado un prestigio científico al neologismo ha sido el artículo de 2016 publicado en Nature Of Neuroscience ‘El cerebro se adapta a la deshonestidad’9 el cual se puede adquirir por la elevada cantidad de 39 dólares en la página web de la publicación científica.

Podemos leer en el resumen que el estudio analiza el comportamiento de la amígdala cuando se
enfrenta a impulsos o informaciones deshonestas, que esta glándula pierde la sensibilidad cuando se
enfrenta reiteradamente a informaciones deshonestas hasta llegar el punto de perder la sensibilidad a
la deshonestidad que a partir de ese momento pasa por honestidad. En este estudio se simplifica al
ser humano a una simple máquina desprovista de conciencia y que piensa por estímulos neuronales
cuyo estudio puede ser dirigido mediante mediciones cuantificables. Esa es la clave de la idea que
sustenta el argumento del artículo. A partir de ahí sugieren que como el ser humano, mediante la
repetición de mentiras, puede perder el significado de verdad y mentira, es necesaria la intervención
institucional para la clasificación de aquellas informaciones que son verdaderas y aquellas que son
falsas, las cuales serían un peligro para el propio individuo.

Es ridículo que se puedan establecer ese tipo de relaciones, las amígdalas de los seres humanos ya
están totalmente insensibilizadas por las repetitivas mentiras unidireccionales de los aparatos de
adoctrinamiento oficiales, y la aparición de mentiras desde otras direcciones podría en un supuesto
revitalizar la actividad de esa glándula, haciendo al individuo quizás un poco más crítico con las
informaciones que recibe. Que hagan un estudio en esa dirección. Es tan dañina para esa glándula la
repetición de información deshonesta oficial que información deshonesta alternativa. O versiones
parciales oficiales de las versiones parciales alternativas. Lo que está claro es que la censura en
ningún caso se establece con fines humanistas, lo que subyace de estas iniciativas es la justificación
intelectual, sirviéndose del prestigio de los estamentos científicos, de las acciones que en el futuro
serán tomadas para censurar y si es necesario reprimir a aquellos que no sigan los protocolos de filtro
de información que complazcan al poder.

La concepción humana de verdad no tiene nada que ver con unos impulsos neuronales sino con la
reflexión que hace el sujeto de las diferentes informaciones que llega a asimilar. No es tanto un
fenómeno externo sino algo que se concibe dentro del sujeto. De cada sujeto, y como tantos sujetos
hay tantas formaciones de verdades. Eso enriquece la esencia de la verdad, ya que cada sujeto tiene
unas experiencias y unas capacidades distintas, así de distinta es su percepción de la realidad. Un
pastor que pueda reconocer los pastos con el olfato tiene una percepción diferente sobre la
desertificación del planeta que una persona que sepa interpretar los análisis de meteorología más
avanzados. Son diferentes percepciones de un mismo hecho, percepciones subjetivas, que al
complementarse nos dan una imagen más rica y acertada de lo que podemos considerar un
acercamiento a una verdad relativa.

Es por ello que cada percepción de la verdad, cada imaginario individual es igual de valioso, que sea
necesario que se den tantas percepciones de la verdad como sean posibles. En esta diversidad de
versiones reside la mejor forma de acercarse a la verdad absoluta al alcance de la limitada
experiencia humana, aunando diferentes versiones autocreadas sabiendo que todas son
limitadamente verdaderas y no autoengañando con teorías sesudas bien decoradas que en el fondo
son bonitas mentiras.
No obstante en este discurso impera el clasismo intelectual, aquellos que ostentan los pedigríes
académicos son los que abanderan ahora lo que es verdad y lo que deja de serlo. Como por ejemplo
el artículo de Jose Antonio Marina10 para el Confidencial. El señor Marina abre el artículo recordando
a Ortega y Gasset y su obra ‘La Rebelión De las Masas’ en el cual nos recuerda la pedante
diferenciación que hace el autor de aquellos que no tienen voluntad de superación, que son vulgares
y que hacen de la vulgaridad su vida; de los que tienen un espíritu de autosuperación, por su puesto
él y sus contemporáneos, aquellos que querían superar el antiguo régimen de los vulgares
campesinos iletrados que no poseían los refinados conocimientos de sus congéneres. Ortega no veía
que el pastor que sabía diferenciar la calidad de los pastos con el olor, tenía una capacidad y un
acceso al conocimento más visionario que todos los agrónomos del momento fruto de su experiencia
directa con el territorio. No se dio cuenta que aquel simple pastor de nombre anónimo analfabeto ya
sabía que los planes de monocultivo agrícola, desamortizaciones de monte público y tala de grandes
masas forestales en toda la península iban a provocar a largo plazo una desertificación del territorio y
escasez en recursos para sus descendientes. En ‘La Rebelión de las Masas’ Ortega nos argumenta
porque la gente llana no puede gobernar, ni tiene tan solo voluntad de automejora y que la vara de
mando debe recaer en una elite representativa.
Es ese modelo que se ve desprestigiado hoy en día y para defenderlo califican de vulgares a aquellos
que no dan credibilidad absoluta a lo que los medios oficiales dicen, a lo que la academia dice, a todo
aquello que difunden los estamentos oficiales, ya sean estatales, religiosos 11 o culturales sugiriendo
que todo lo que no proceda de esos focos debe ser tildado de falso, a lo sumo post-verdadero. Es la
batalla sobre lo que es verdad y lo que no lo es una puerta a la máxima represión del conocimiento o
por el contrario puede suponer una democratización de lo que se puede expresar y una puesta en
conciencia de que la verdad no es algo dado, sino a lo que se ha de aspirar mediante la experiencia
subjetiva y la integración social de sujetos autoformados.
Si los fines son la perpetuación del Status Quo tenemos que pensar que los esfuerzos intelectuales
para justificar la censura van a ir in crescendo en un futuro cercano. Lo que revela el debate más que
nunca es en la fragilidad de la propaganda que la búsqueda de la verdad en sí. Los envites para
descalificar las versiones que no provienen de las autoridades intelectuales dejan en evidencia que la
falta de verdad es la constante de hecho. Si hay verdades que no pueden ser públicas, que son
secretos de estado, si hay informaciones clasificadas ¿cómo se puede informar correctamente y decir
que una u otra información tienen el rango de verdad?. Si se esfuerzan en esconder la verdad ¿cómo
puede haber acceso a una verdad pública? es una incoherencia, la versión pública es inherentemente
falsa aunque se presente como verdadera.
Los documentos clasificados son una prueba de la magnitud de la mentira, no hacen por preocuparse
de definir la verdad, sino atacar a las mentiras que le son desfavorables. Si los jefes de Estado y los
europarlamentarios12 legislan para regular las informaciones no será para hallar la verdad, ya que
ellos mismos son sabedores de las cantidades ingentes de informes clasificados y secretos de estado
que ocultan en sus oficinas, de la cantidad de ellos que han sido destruidos y que nunca nadie más
tendrá acceso, así que no es la verdad lo que les mueve, sino la pérdida de poder.
Las agencias de información de cada estado son el mejor ejemplo de la cantidad de capital y recursos
humanos que los estados gastan en asegurarse versiones más certeras entre la mentira
generalizada. Son estas agencias las que en muchas ocasiones están detrás de grandes mentiras
orquestadas, son ellas las que en su posesión secretista de la información no dejan de promocionar
mentiras. Si la verdad fuera el objetivo de las agencias de información tendríamos después de tantos
años de trabajo una estabilidad en torno a lo que concebimos como verdad, por el contrario lo que
tenemos es un mar de confusión y ruido donde lo que importa es la propaganda, el marketing, las
técnicas de hipnotización social, los engaños a gran escala, las estafas generalizadas, y la
omnipresencia de la mentira unidireccional. La gran paradoja que las agencias de información
internacionales sean los grandes desinformadores.
Volviendo a Marina y su artículo, donde tacha a la red de ser fácilmente de manipulable con
herramientas de mercadotecnia, con compra de seguidores, con automatizaciones robóticas de
software, con represión estatal desde las agencias de información como en China. Culpa a internet de
ser como es el mundo capitalista hoy en día. El señor Marina nos debería explicar porque ve mal la
mercadotecnia en internet y no la mercadotecnia en el capitalismo. Si ambas son atentados a la
dignidad humana deberían ser igualmente contestadas, no únicamente en un campo donde le es
desfavorable a los medios unidireccionales debido a su incapacidad de control. En internet abundan
elementos que podríamos calificar de picaresca, estafa, actividades ilícitas, es cierto, pero no es más
que un reflejo de la sociedad capitalista mundial. A caso la gran empresa no utiliza todo tipo de malas
artes para asegurarse el control de los mercados, la explotación de los recursos. Es una simple y
llana extrapolación de lo que es la realidad antrópica, ya que internet es una creación humana
utilizada por seres humanos, y desgraciadamente la sociedad está infectada de una visión
depredadora y competitiva que algunos califican de capitalismo. El problema no es internet, en todo
caso es el sistema capitalista. En todo caso es el poder.
Pero como en el mundo real no todo puede ser tratado bajo ese mismo canon florecen otras
alternativas, en este caso de opinión y a diferencia de antaño ahora con internet son potencialmente
más visibles. La toma de decisiones, las puestas en común de conceptos acercan, a aquellos que
tengan la voluntad, a percepciones más ricas y más complejas de lo concreto, de lo real. Esta
dinámica es muy peligrosa para las estructuras establecidas que anhelan poseer la exclusividad de la
verdad. Es por eso que la guerra sucia de información se lleva desde los departamentos militares de
los estados. Difundiendo informaciones interesadas, confundiendo, desarrollando bulos absurdos,
departamentos de debunkers, regimientos de hackers, de comentaristas a sueldo que intentan
moldear la opinión pública e influir del mismo modo que influían cuando internet no existía.
La labor de la intelectualidad en este acontecimiento debería posicionarse en un principio con la
postura del sujeto indefenso, pero por el contrario lo que vemos bajo contadas excepciones es un
discurso reconfortante con los estamentos de poder y una ridiculización del problema. Artículos como
el de Xavi Sancho en El País de solo dos párrafos son la escenificación de 13 la gandulería, el
desprecio por el contenido y el lenguaje sumado a la genuflexión hacia la cultura de cartón piedra
mundialista, la tónica habitual. Decían Monty Python en los 70 que toda broma tiene un contenido
político, el lenguaje del humor se ha establecido en la comunicación del poder con un público ávido
del goce y la diversión que recibe mensajes doctrinales enmascarados de guasa para que estos sean
digeridos de manera subliminal. Los grandes medios han subestimado al público y ahora ven como
toda la estrategia de manipulación comunicativa no tienen resultados reales en los resultados
políticos, una grieta en el sistema, ya que el mero hecho de que vayan a votar es síntoma de su
evidente sumisión.
Pero son luces rojas, alarmas que se encienden en las oficinas estamentales de que algo falla, algo
va mal si la gente comienza a no responder como según sus estudios de fauna humana les habían
predicho. Por lo tanto están desarrollando ya los utensilios de contención para un futurible descrédito
generalizado. La lectura de la victoria de Trump14 como una respuesta social contestataria es
totalmente errónea. Trump representa la nostalgia a un pasado de progreso capitalista que por
razones materiales no se pueden volver a dar. Trump es una mirada al pasado más que una apuesta
de futuro. Lo que demuestra la victoria de Trump no es que haya cambiado la percepción de verdad,
sino que hay gran parte de la población que es muy fácilmente manipulable. Que no tienen ningún
tipo de reparo en aceptar que la destrucción del planeta les es indiferente y que quieren volver a vivir
en el período que más se destrozó y contaminó el planeta. Por lo tanto no es una toma de realidad
generalizada, sino un deseo generalizado de autoengaño. Las tendencias mundiales a la vuelta a las
políticas proteccionistas no se extraen una crítica al capitalismo como forma inhumana de convivencia
humana, sino en una añoranza de tiempos mejores donde el capitalismo colonialista todavía tenía
margen y poder para depredar a su antojo y ofrecer a los ciudadanos niveles de vida
innecesariamente altos fruto de la explotación de terceros en países donde la esclavitud no solo está
legalizada sino que es promocionada por los estados.
Lo que se encontrarán los defensores de las post-verdades de Trump es una reindustrialización y una
relegalización del esclavismo en aquellos países donde hace apenas unas décadas se prohibió. Se
encontrarán que el capitalismo llama a sus puertas con una fuerza como nunca habían visto. Planes
por el estilo se están poniendo en marcha en el continente europeo. Según el ministerio de industria
se planea que en España para el año 2020 el 20% del PIB sea de origen industrial. La bajada de
salarios, el empleo de mano de obra barata en mega empresas como Amazon son la triste realidad
que tenemos en nuestra casa, y los movimientos de extrema derecha o de extrema izquierda solo
harán que acelerar ese camino. La única salida a este maquiavélico plan es la resistencia al
capitalismo y a su promotor el Estado.
Por eso las lecturas de post-verdad de los fenómenos políticos son tan desacertadas, posiblemente
sean interesadamente desacertadas, porque los objetivos como resumen que podemos extraer de
esta orquestada estrategia son: censura, privación de libertad de expresión, control poblacional, y
perpetuación del status quo. Está en nuestra mano debatir o por lo menos concebir ideas alternativas
a esos planes, donde lo humano sea puesto en valor como un todo soberano en su subjetividad y en
potencia integrador con otros seres humanos y donde la verdad sea un valor por sí misma y
consensuada en igualdad.
Sobre la Verdad Objetiva
La verdad es por tanto un fenómeno que se da en el cerebro del individuo al analizar la información
del entorno o de otros individuos sobre el entorno. Es un proceso mental individual. Si está verdad
subjetiva puede ser extrapolada a alguna organización, o un grupo de individuos que pueden
imponerla sobre otras verdades subjetivas, esa verdad parcial deviene oficial o pseudo-objetiva, ya
que en el fondo solo responde a la creencia de unos pocos con el poder: ya sea intelectual, político,
militar o económico, para otorgarle esa oficialidad.
La verdad objetiva real se distingue distorsionada por un ruido de mentiras, como al pasar un lápiz
por encima de una moneda debajo de un papel, con una línea no se distingue el dibujo, pero con
muchas y en diferentes direcciones al final se muestra la subyacente verdad. Son tiempos de
verdades que se aparecen entre brumas, brumas que muestran verdades. Certezas fantasmales que
aterrorizan con su lúgubre realidad.
La verdad por lo tanto solo puede ser divisada como una consecuencia de la propia mentira que es la
versión subjetiva de los hechos. Las verdades subjetivas, imperfectas, y que muy habitualmente
tienden al autoengaño. El contraste de la diversidad de mentiras ofrecen una imagen distorsionada
del reflejo de la verdad. Cuanto más densa sea esta red de versiones más detallada será la imagen,
siempre en otro plano dimensional, inaccesible para el entendimiento humano. Lo que puede
interpretar el ser humano es un reflejo de la magnitud real de la verdad absoluta.
Las esferas son polígonos con infinitos lados. La verdad es esférica, la experiencia concreta: uno de
sus lados. Porque cada ser humano experimenta la verdad en cada acto de su existencia y contribuye
al mismo tiempo en lo que es real, por lo tanto verdadero. Así que el sujeto es partícipe de la verdad
absoluta a pesar de que solo puede concebir una versión subjetiva del todo, limitada e imperfecta.
La verdad es al mismo tiempo una conducta y una meta. Una conducta porque el sujeto puede optar
por vivir en la verdad, lo que él subjetivamente crea como verdad, y practicar la verdad dentro de sus
posibilidades, intentando decir siempre la verdad o lo que él considere que es verdad. Es una meta,
es un objetivo del sujeto y de la sociedad, es algo a lo que se ha de aspirar, a pesar de ser una
quimera, teniéndola como objetivo se mejora como individuo y como colectivo. Es por tanto un valor
en sí misma.
La verdad es motivo de perfeccionamiento y es el foco que alumbra a todo aquel que aspire a
grandes metas, como la justicia, la libertad y la fraternidad entre iguales.
La verdad merece un respeto solemne, es tan necesaria como la de los nutrientes que alimentan al
organismo. Cada uno tiene de forma innata una concepción de la verdad y en su naturaleza reside
que sea autónomamente creada, los mecanismos para que esta sea manipulada, direccionada, o
inducida de forma externa a la persona, son un atentado a la propia naturaleza humana y el libre
albedrío para formular respuestas propias y libremente consensuadas a las cuestiones sociales,
morales, éticas, políticas, económicas, emocionales, sentimentales y culturales.
Es en conclusión un insulto a la verdad objetiva y subjetiva las operaciones de censura llevadas a
cabo por los organismos de poder mundial mediante la campaña ideológica en torno al término postverdad
y deberíamos estar preparados intelectualmente para dar una respuesta contestataria a la
trama de justificación de la censura y privación de la libertad de expresión en internet.
https://en.oxforddictionaries.com/word-of-t 1 he-year/word-of-the-year-2016
2 http://www.elmundo.es/cultura/2016/11/16/582c36bae5fdea16028b460a.html
3 http://internacional.elpais.com/internacional/2016/11/16/actualidad/1479316268_308549.html
4 https://www.washingtonpost.com/news/the-intersect/wp/2016/12/07/how-the-war-against-fake-newsbackfired/?
utm_term=.cbd75abeffe8
5 https://www.theguardian.com/technology/2016/dec/06/facebook-tool-fake-news-rank-misleading-languagedata-
collecting
6 https://www.theguardian.com/technology/2016/nov/29/facebook-fake-news-problem-experts-pitch-ideasalgorithms
7 http://www.vozpopuli.com/game_over/posverdad-mentira_7_976172377.html
8 http://www.ralphkeyes.com/the-post-truth-era/
9 http://www.nature.com/neuro/journal/v19/n12/full/nn.4426.html
10 http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/educacion/2016-12-06/rebelion-redes_1299972/
11 https://www.theguardian.com/world/2016/dec/07/pope-compares-fake-news-consumption-to-eatingfaeces-
coprophilia
12 https://www.euractiv.com/section/digital/news/parliament-votes-to-expand-eu-units-that-debunk-onlinepropaganda/
13 http://elpais.com/elpais/2016/11/18/estilo/1479483979_337640.html
14 http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/trump-victoria-post-verdad-102101

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