UN ARTICULO DE RAFAEL RODRIGO NAVARRO
Desde el apagón informático
del Ministerio del Interior el año 2007
no disponíamos de datos fiables sobre violencia doméstica en España. El año 2011 el INE vuelve a publicarlos de nuevo.
¿Por qué? Porque en
el año 2002, en previsión de la próxima promulgación de la Ley Orgánica
Integral contra la Violencia de Género (LOIVG),
se hizo necesario tomar el
control de las estadísticas sobre violencia hacia la mujer ya que
de ellas dependía que se habilitaran los
fondos para las llamadas políticas de
género tanto a cargo de los presupuestos
del Estado como de la Unión Europea y se mantuvieran en el tiempo.
Hay que tener en cuenta que la llamada ley de género inicialmente
iba a ser intitulada Ley Orgánica Integral contra la Violencia
sobre la Mujer. (1) Ni el Consejo
del Poder Judicial ni el Consejo del
Reino dieron su consentimiento. Por el
contrario elaboraron informes negativos, por considerar que la propuesta de ley atentaba contra la igualdad jurídica en materia penal,
por ser contraria a la Constitución Española y ,como recoge la crítica del
artículo primero, por crear un delito sin fundamento jurídico para establecer pruebas inculpatorias (2).
Pero el Gobierno Socialista del Sr. José Luís Rodríguez Zapatero no hizo sino cambiar el nombre de la futura ley que
se llamaría a partir de entonces Ley Orgánica Integral contra la Violencia de
Género (LOIVG) sin modificar un ápice el contenido de dicho borrador.
Con la treta de utilizar un término indefinido (género), cuando no claramente
contrario al significado recogido por la
Real Academia de la Lengua, fue más fácil acallar las conciencias de
quienes pudieran oponerse. De hecho desde entonces se ha abortado todo
intento de razonar sobre el texto de esta ley con el argumento de que quienes se oponen a la misma lo hacen en razón de su machismo.
Es lo que explica que la LOIVG fuera aprobada en el parlamento español por unanimidad. Algo incomprensible en una democracia pero síntoma propio de una dictadura. Y explica a su vez que pocos se atrevieran,
y aún ahora sigan sin atreverse, a
levantar la voz en contra esta ley a
pesar de su clara y evidente discriminación penal.
A los pocos meses de
hacer públicos dichos informes el Consejo del Poder Judicial fue renovado, así
como el Consejo del Reino, y la ley fue
llevada al parlamento y
votada por un grupo de parlamentarios que dijeron representar al pueblo, pero que de hecho han dejado
patente para la historia
su pésima catadura moral.
La LOIVG ha sido la
ley que más recursos de
inconstitucionalidad ha tenido por parte
de la judicatura en toda la historia española, no obstante el 13 de mayo de 2008 fue avalada por un
Tribunal Constitucional
totalmente politizado con el voto de calidad de Monserrat Comes que a su
vez había sido la presidenta del Observatorio sobre la Violencia de Género del
Consejo General del Poder Judicial. La
mayoría de los jueces de dicho tribunal se oponían al considerarla
inconstitucional por lo que
estuvo varios años sin obtener un dictamen, pero la ocasión propicia para rechazar todos
aquellos recursos se dio con la muerte
repentina del magistrado Roberto
García-Calvo, uno de los jueces conservadores que se oponían a
considerarla constitucional. (3)
¿Pero qué pasó para
que en 2007 tuviera lugar el apagón estadístico de los datos que hasta entonces
había proporcionado el Ministerio del Interior?
Sencillamente que las estadísticas de este Ministerio no
coincidían con los datos del recién
estrenado Observatorio sobre la
Violencia de Género del CGPJ, creado a
partir de la promulgación de la LOIVG.
Ahora bien ¿cómo iban a coincidir si se acababa de
introducir una aberración
conceptual imposible de tratar
estadísticamente? Efectivamente la manipulación del concepto de género que se
hace pretendiendo que sólo exista la
violencia de género contra la mujer y no contra el hombre, supone intentar trabajar con una variable, lo
que es contrario a la lógica (se toma la parte por el todo o lo que es lo mismo
se anula la mitad de la población
estadística) .El Sr. Alfredo Pérez Rubalcaba fue quien con su proverbial prepotencia, dio la orden de eliminar las estadísticas del
Ministerio del Interior y dar
por buenas las del Observatorio de la Violencia Doméstica.
En el año 2011,
suponemos que por exigencias de homologación de la información en la
Unión Europea, el Instituto Nacional de Estadística ( INE) vuelve a publicar las
estadísticas sobre Violencia Doméstica en España y por un mínimo de decencia profesional se procede
a separar claramente los dos conceptos de Violencia Doméstica por un
lado y la llamada Violencia de Género
por otro que el Observatorio del CGPJ mezclaba dando lugar a unos
informes en todo lamentables desde el
punto de vista estadístico.
Pero ¿por qué de toda
esta ocultación de datos y confusión orquestada en torno a las
estadísticas de género, con la
connivencia siempre de los gobiernos en
el poder?