
Thomas Jefferson, 1802.
Esta frase premonitoria atribuida al que fue el tercer presidente de los Estados Unidosde Norteamérica refleja el peligro que puede suponer, para un estado o una comunidadde estados, que la capacidad pública de inventar y desinventar dinero sea privatizada.
Tradicionalmente, en muchos estados, eran sus respectivos bancos centrales los encargados de imprimir dinero público. Dinero de monedas y billetes que circulan anónimamente de mano en mano, generalmente sin dejar rastro, y que permite adquirirtanto mercancías lícitas como ilícitas.
Sin embargo, desde hace un tiempo, muchos estados y algunas comunidades de estadoshan delegado su capacidad de inventar dinero público en eentidades financieras privadas,las cuales inventan el dinero, prestándolo a los gobiernos, ya sea directamente o mediante otras entidades financieras. Los casos más ilustrativos de esta situación son losEstados Unidos de Norteamérica, con su Reserva Federal, y la zona Euro.
Fuente : http://www.bardina.org
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