martes, 13 de febrero de 2018

PUNTOS PROGRAMATICOS DE UNA REVOLUCIÓN INTEGRAL



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LOS 25 PUNTOS DEL SISTEMA DE CONVICCIONES PARA UNA
REVOLUCIÓN INTEGRAL 

por Felix Rodrigo Mora


1. Hay que depurar y actualizar el pensamiento transformador.

2. El desarrollo del factor consciente es la tarea número uno
de nuestro tiempo.

3. Repudio de las utopías sociales.

4. La realidad solo puede ser aprehendida de manera ateórica.
Toda argumentación ha de ir precedida de una investigación y reflexión cuidadosas, de larga duración.

5. La verdad, por tanto, el esfuerzo y la lucha por la verdad
posible (concreta y finita), es determinante, junto con la
libertad.

6. Se debe creer en el sujeto, más que en las estructuras e
instituciones pues, en última instancia, todo depende de la
calidad de la persona.

7. El sujeto se construye, es decir, se auto-construye. Su
edificación desde sí es imprescindible.

8. No se puede delegar en el Estado lo que es tarea del sujeto.

9. El olvido de sí, la disposición para el esfuerzo y servicio
desinteresados, es el punto de partida de toda acción tendente
a revolucionar la actual sociedad.
Sin transgredir cada día el principio del interés particular no hay ser
humano integral y no hay revolución integral.

10. Se ha de repudiar la infausta fe economicista.

Lo concluyente son los elementos inmateriales, la libertad,
la verdad, la convivencia, el bien moral, el esfuerzo desinteresado y
la voluntad de trascendencia. El modelo homo oeconomicus
pretendido por el economicismo ha llevado de derrota en derrota a
los movimientos supuestamente emancipadores del pasado
inmediato, y ha creado seres que son, más que humanos, monstruos.

11. El esfuerzo y servicio desinteresados nos construyen como
seres humanos.

Lo sustantivo, según expuso Simone Weil, no son los derechos sino los
deberes, el ser servido sino el servir, lo que se recibe sino lo que se
da. Tal es el estado de animo óptimo para hacer frente a la gran
crisis múltiple en desarrollo, que sacude a la humanidad, la cual se
irá agravando más y más en los próximos decenios, y a la que se
debe dar una salida revolucionaria.

12. La concepción de la historia humana.
Las dos condiciones más importantes son la comprensión exacta de la realidad (lo que resulta del esfuerzo perpetuo por la verdad) y la elevación conforme
a un plan de calidad y valía del sujeto.

13. La meta es la transformación integral del orden
constituido.
Esto es, una Revolución Integral,

14. El estudio y conocimiento objetivo de la historia ha de ser
patrimonio de todas y todos, pues la historia es, como dijo
Cicerón, maestra de la vida.

15. Es decisiva la recuperación crítica y actualizada de lo
positivo del pensamiento clásico de la cultura de Occidente.

16. La meta es una sociedad frugal para todos.

Por tanto es el entusiasmo por la autosuficiencia y la posesión mínima, y no la riqueza, como preconizan los gastados credos obreristas, el fundamento de la vida buena y de la sociedad más deseable, como un bien y una virtud, a la
vez.

17. El culto por el Estado es hoy «el todo» del falso
radicalismo y del izquierdismo residual.

18. El actual régimen constitucional, partitocrático y
parlamentarista es una dictadura, la peor y más opresiva
dictadura política de la historia.

19. La participación de las mujeres.

Hombres y mujeres deben estar unidos, amarse y respetarse en pie de igualdad, compartiendo las tareas de la transformación integral del orden
constituido, sin sexismo de uno u otro tipo.

20. La Revolución Integral es necesaria.

Pero no para desarrollar la economía y la tecnología, fomentar el
consumo y realizar la felicidad general, sino para establecer una
sociedad libre, en la que lo humano pueda desenvolverse, triunfe el
afecto de unos a otros, la propaganda ceda ante la verdad, la
naturaleza sea restaurada y se viva de manera civilizada. En ella el
Estado ha de ser sustituido por un orden de autogobierno por
asambleas, y el capitalismo por un sistema plural de colectivismo, sin
salariado ni explotación, pero ello no será el fin sino el principio de
nuevos esfuerzos y nuevas luchas por llevar la condición humana a
metas aún más magníficas.

21. Los problemas políticos no pueden hacer olvidar los
existenciales.
Los problemas políticos, tan importantes, no pueden hacer olvidar los
de naturaleza existencial, que no admiten remedio práctico pero
están siempre ahí. Son la finitud, la soledad ontológica, el paso del
tiempo, la muerte y la nada eterna. Su olvido nos empequeñece y
disminuye, por lo que necesitamos meditar sobre ellos con
regularidad, para asumir hasta el fin nuestra condición

22. El trabajado asalariado, elemento de degradación global
de la persona.

Es algo vital. Una humanidad libre, autogobernada, moral,
autogestionada y asentada en el amor de unos a otros (ayuda mutua)
necesita de una sociedad sin trabajo asalariado, sin burguesía, sin
patronal, sin capital.El salariado destruye la esencia concreta humana porque hace imposible la construcción pre-política del sujeto. El verdadero anticapitalismo, sin comillas, es el que lucha contra el
trabajo asalariado.

23. El capitalismo depende en todo del Estado, no hay un
anticapitalismo creíble pro-Estado.


24. Por una sociedad rural popular. Contra la ciudad y la forma
de vida urbana.
El modo de vida óptimo de existencia humana lo proporciona la
pequeña población rural, donde además se puede desarrollar de
forma óptima la soberanía popular por asambleas, facilita la
convivencia íntima entre todos y poner en común los bienes de
producción.

25. Sobre la libre determinación de los pueblos oprimidos.

La libre determinación de los pueblos oprimidos será parte del proceso de la revolución integral, o no lo será. Esta justa reivindicación forma parte del programa estratégico de la revolución integral y ha de plantearse de forma
conjunta e integrada en el conjunto de transformaciones revolucionarias a efectuar.



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