domingo, 14 de junio de 2015

UNA ECONOMÍA BASADA EN LA GUERRA PERMANENTE




Los gastos militares han tenido un crecimiento vertiginoso en los últimos 70 años. Antes de la segunda guerra mundial estos gastos en todo el mundo se estimaron en unos 48 mil millones de dólares, pero ya en 1972 habían crecido a 240 mil millones[1] y llegaron a 1,4 billones de dólares en 1990[2] (Sivard, 1974; SIPRI, 2010).

La mayor escalada inicial de estos gastos se produjo entre 1939 y 1945, cuando los Estados Unidos gastaron 3,2 billones de dólares a precios constantes del 2002, en tanto que la URSS erogó 582 mil millones de rublos (48 mil millones de dólares) a precios corrientes de esos años y el costo de la guerra para Alemania se estima alcanzó el equivalente a 68 mil millones de dólares también a precios corrientes (Morss, 2010; Podkolzin s/f; Exordio, 2004)).

Durante la guerra fría que puede ubicarse entre 1946 y 1990, los gastos militares se mantuvieron en un proceso de crecimiento asociado especialmente al incremento de las nuevas armas nucleares y al desarrollo de alianzas militares como la OTAN y el Pacto de Varsovia. Adicionalmente, estas erogaciones aumentaron puntualmente con la guerra de Corea (1950-53) y con la guerra de Viet Nam (1965-75).

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lunes, 8 de junio de 2015

REFLEXIONES SOBRE LA LEY ORGÁNICA INTEGRAL CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO

En los inicios del segundo milenio  antes de Cristo gran parte de la humanidad pasa de una forma de organización predominantemente igualitaria  a  un tipo de organización jerarquizada, dando lugar a la aparición de los estados.  Esta forma de organización política y social  se extendió con rapidez y ha seguido  perfeccionándose  hasta la actualidad,  si bien, junto a las sociedades jerárquicas, han existido y todavía existen en la actualidad  sociedades  igualitarias,  en grave peligro de desaparecer por su conflicto continuo con los estados. (1) También ha habido  momentos históricos, generalmente cuando se ha desintegrado un imperio, en los que  las sociedades humanas, liberadas de su yugo, han conseguido volver a convivir  en una relativa y aceptable igualdad.
Los historiadores señalan diferentes causas para explicar  este profundo cambio  cualitativo en la manera de entender las relaciones humanas:
    -          El  fin de la economía  de  la recolección y de la caza como sistema de subsistencia.
    -          La pérdida del nomadismo.
    -          La aparición de la agricultura.
    -          El aumento de los grupos sociales humanos.
    -          El inicio de las aglomeraciones urbanas.
    -          El cambio de una economía basada en el trueque  y  la anotación o registro de las transacciones  a una economía  basada en el dinero circulante y anónimo con la consiguiente acumulación de poder sin límites.
    -          La organización de la sociedad en patriarcados y  matriarcados.
    -          La aparición de  los  estados,  los grandes ejércitos y  el imperialismo.


Estos cambios orientados a conformar cada vez más un mundo profundamente jerarquizado según la lógica  del poder económico y militar  es  hoy día un hecho consolidado.  El estado es un ente  social que  goza de buena salud. Lo básico  de su estructura es la  acumulación de poder en unas élites fuertemente armadas y  una razón de estado que lo justifica e incluye la posible  muerte del  oponente.
El debate  fundamental  es, desde entonces, si lo propiamente humano es vivir en sociedades igualitarias o sociedades jerárquicas.
Con la aparición de los imperios y la potenciación de todo lo jerárquico el pensamiento humano (discernimiento personal y colectivo de lo verdadero y  lo falso) deviene  dirigido desde arriba  y   su conciencia (discernimiento del bien y del mal personal y  colectivo) sometida.  De esta manera  se entra  en una fase  de inhumanidad  que dura hasta la actualidad, ya que el ser humano hace dejación de aquellas  facultades que, según la filosofía clásica, precisamente  le diferencian  del resto de seres vivos. De ello a su vez se sigue una   pérdida de capacidad  y  de voluntad (potencia o  poder)  (2)
Pero con  la llegada de los imperios no sólo el pensamiento y  la conciencia humana quedan doblegado  sino también las instituciones sociales que surgen de las necesidades más básicas:   la planificación, la economía,  la justicia, la religión, la defensa, las relaciones sexuales y la natalidad, la familia, la educación,  la alimentación, la salud  etc.  Se  convierten así  en economía, justicia, religión, etc., de estado.  En suma, ideologías justificadoras del  ente estatal, generador de desigualdad.

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domingo, 7 de junio de 2015

¿ POR QUÉ HABLAMOS DE CONSPIRACIÓN ?



MÁS SOBRE ESTRATEGIA 

No estamos de acuerdo con la obediencia negativa, ni siquiera de la más abyecta sumisión. Cuando finalmente te rindas a nosotros, debe de ser por tu propia voluntad.
Aboliremos el orgasmo. Nuestros neurólogos ya están trabajando en ello. No habrá lealtad, excepto la lealtad hacia el partido. No habrá amor,  excepto el amor a Big Brodher.
Pero estaba bien, todo estaba bien, la lucha había terminado. Había ganado la batalla sobre sí mismo. Amaba a Big Broher.
1984. George Orwell, 1947

Existen diferentes tipos de estrategia, dependiendo de quienes las ejecutan. No es lo mismo la estrategia  quienes  organizan, dirigen y defienden un imperio que la estrategia de quienes gobiernan un estado concreto , las estrategias  personales  de quienes aspiran a participar  en el poder  o   de  aquellas personas que  simplemente aspiran  a  obtener los recursos necesarios para sobrevivir cada día en el ámbito familiar. 

Por supuesto que las estrategias son también diferentes dependiendo de los objetivos  a los que se dirigen. Un estado puede diseñar una estrategia sobre cómo colaborar con un determinado imperio o por el contrario cómo oponerse al mismo, por ejemplo,  por estar  en su  punto de mira   a causa de  determinados  recursos energéticos ubicados en su territorio. De la misma manera  una familia o un individuo tendrán estrategias vitales diferentes dependiendo  de las profesiones que ejercen y  sustentan su economía, su manera de entender el mundo, la  cuantía de su dinero y  propiedades  o  sus experiencias vitales.