lunes, 8 de junio de 2015

REFLEXIONES SOBRE LA LEY ORGÁNICA INTEGRAL CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO

En los inicios del segundo milenio  antes de Cristo gran parte de la humanidad pasa de una forma de organización predominantemente igualitaria  a  un tipo de organización jerarquizada, dando lugar a la aparición de los estados.  Esta forma de organización política y social  se extendió con rapidez y ha seguido  perfeccionándose  hasta la actualidad,  si bien, junto a las sociedades jerárquicas, han existido y todavía existen en la actualidad  sociedades  igualitarias,  en grave peligro de desaparecer por su conflicto continuo con los estados. (1) También ha habido  momentos históricos, generalmente cuando se ha desintegrado un imperio, en los que  las sociedades humanas, liberadas de su yugo, han conseguido volver a convivir  en una relativa y aceptable igualdad.
Los historiadores señalan diferentes causas para explicar  este profundo cambio  cualitativo en la manera de entender las relaciones humanas:
    -          El  fin de la economía  de  la recolección y de la caza como sistema de subsistencia.
    -          La pérdida del nomadismo.
    -          La aparición de la agricultura.
    -          El aumento de los grupos sociales humanos.
    -          El inicio de las aglomeraciones urbanas.
    -          El cambio de una economía basada en el trueque  y  la anotación o registro de las transacciones  a una economía  basada en el dinero circulante y anónimo con la consiguiente acumulación de poder sin límites.
    -          La organización de la sociedad en patriarcados y  matriarcados.
    -          La aparición de  los  estados,  los grandes ejércitos y  el imperialismo.


Estos cambios orientados a conformar cada vez más un mundo profundamente jerarquizado según la lógica  del poder económico y militar  es  hoy día un hecho consolidado.  El estado es un ente  social que  goza de buena salud. Lo básico  de su estructura es la  acumulación de poder en unas élites fuertemente armadas y  una razón de estado que lo justifica e incluye la posible  muerte del  oponente.
El debate  fundamental  es, desde entonces, si lo propiamente humano es vivir en sociedades igualitarias o sociedades jerárquicas.
Con la aparición de los imperios y la potenciación de todo lo jerárquico el pensamiento humano (discernimiento personal y colectivo de lo verdadero y  lo falso) deviene  dirigido desde arriba  y   su conciencia (discernimiento del bien y del mal personal y  colectivo) sometida.  De esta manera  se entra  en una fase  de inhumanidad  que dura hasta la actualidad, ya que el ser humano hace dejación de aquellas  facultades que, según la filosofía clásica, precisamente  le diferencian  del resto de seres vivos. De ello a su vez se sigue una   pérdida de capacidad  y  de voluntad (potencia o  poder)  (2)
Pero con  la llegada de los imperios no sólo el pensamiento y  la conciencia humana quedan doblegado  sino también las instituciones sociales que surgen de las necesidades más básicas:   la planificación, la economía,  la justicia, la religión, la defensa, las relaciones sexuales y la natalidad, la familia, la educación,  la alimentación, la salud  etc.  Se  convierten así  en economía, justicia, religión, etc., de estado.  En suma, ideologías justificadoras del  ente estatal, generador de desigualdad.

SEGUIR LEYENDO 

No hay comentarios:

Publicar un comentario